DEL
CUENTO YA NO HAY NADA QUE CONTAR
ARMANDO
ARTEAGA
negar que lo
blanco es negro
Del Bolero
“Triunfamos” de Los Panchos
Me doy tiempo
para extrañarte
en el final de la tarde
cuando muere esa tristeza de los colores
dando vueltas como alondras sobre mi cabeza
Y, sueño. Con una
ciudad sureña,
con puentes rotos, con calles torcidas y resueltas
imágenes de un terremoto devolviéndonos al desastre
de ser, pequeñas
esferas flotando como globetrotters
dí, vagando, igual pompas de jabón
son instantes perdidos, ilusiones vanas
recordarte, escribirte una carta
en la mesa de un café en el correo
hacia tu presencia naval de azul prusia
tu oleo puesto en la pared blanca de una habitación
visitada por el ultimo rayo solar del verano.
Ya no hay tiempo para otras novedades
pero te espero.
Siempre te he esperado.
Aunque sé que nunca vendrás. Te espero.
Yo soy así de terco asistente de la duda.
Tú eres así de extraña imagen olvidada.
Pero yo, nunca te olvidé.
Al contrario, todos los días tardé en la discreta
invitación de mis desayunos, ligera pluma
ligerísima mariposa dando
tumbos sobre el vidrio
de la ventana hacia el jardín, ya sin encanto.
Me doy pasado.
Me doy presente.
Me pasé ya del futuro, esperándote.
Así, estatua de piedra, fui de fiel compañero
De esas tardes cuando navegábamos
Hacia la nada, amantes
taciturnos, caminantes de una ciudad inundada.
Yo era un guitarrista
Tú, una singer
pop, desautorizados.
Mi visita por el escenario final y oficial
de un amor que nunca amó
de un tiempo que nunca fue
de una ciudad perdida
de la memoria de un desmemoriado.
Ahora, voy de recuerdos
escribo mi
testimonio vivido, sufrido, gozado
cuando yo era un amante fiel
un deshabitado escritor
que solo quería poner la realidad vivida en su poema
ensuciar lo blanco, la hoja de papel, mover al calamar
derramar la tinta roja
despertar la experienca
vivida y encontrada en un parque desolado
despoblado
desocupado,
mientras mil colores tristes de turistas en el puerto
daban vueltas como alondras sobre mi cabeza.
Bolero
“Triunfamos” de Los Panchos