Wednesday, April 09, 2008

SURCO LEVE/ POEMAS DE ARMANDO ARTEAGA

SURCO LEVE

 
a Grace


Tu casa agreste.
La verja semi-abierta.
La aldea de esta infancia
no se parece a la canadiense
-a cuadros grises- metida en este cuerpo.
Y todo porque afuera en el paisaje:
El invierno empezó debajo de un cerezo.
Toda la tarde
Estuvo aquí, azul, presto, y amable.
Hay soledad en el rostro de la gente.
Hay ausencia por no sé qué calle donde
la lluvia cae y no cesa
en este martes.
Ni te cases ni te embarques.
Yo, ¿pregunto?, “entre comillas”
¿soy esa estatua
en el parque: me siento espantapájaros
o hablo con los pájaros
que se contemplan
y escuchan?.
Tu voz que viene por el hilo
del cable, o del teléfono
gusta jugar a la berlina
entre botellas de canada dry o entre galletas
ha de entonar esa canción del búho que aún
no he olvidado.

Te amo y no te amo.
Son dos frases.
Se parecen y no se parecen
a esa mano hechicera
deshojando toda esta verdad:
pobre girasol amarillo
en esta noche de septiembre.
Noche de invierno,  todavía.
Tú habras dormido. Yo estaré despierto.

¿Por qué,
entonces,
siempre,
u otro día, o sea, ahora o todavía:
el árbol que nos esperaba
en plenilunio
y miraba la casa agreste
a tu costado, recuerdas, dónde está?.
¿Habrá muerto?. ¿Recuerdas?.

Un árbol
traicionado,
nos dirá su cansancio
y para entoncés,
nosotros pensaremos
en lo bueno que sería ya podarlo.

Pero el árbol.
El árbol pensativo.
El árbol que no puedes ya saberlo.
¿Amigo?. ¿Transeúnte?.
Me habrá seguido los pasos
Y se habrá puesto mi chaqueta prestada.

1969.


ENREDADERA
 

Papel japón
besando
una hoja de otoño:
si es esto un desafío
acepto
a regañadientes
esta oferta
de escribir, describir
este tiempo en otro tiempo
pero, ¿de qué escribir
esta tarde?.

Se trata acaso de algo
tan ligero
que me cunde las horas
de la existencia.

Se trata acaso de poner
con tinta negra
esa línea ideal
derrumbándose
por el muelle.

Se trata de encender
en la escritura
los tantos
pasatiempos
de la vida.

Escribo acaso del beodo
en su mesa triste
de cedro fino
diciéndome:
no tomo desde la última vez.

Puede ser. No puede ser.
Me enredo en mil palabras
que después olvido. Me rebusco
en agostos que después ignoro:
nombres traídos
a este forum
desafortunado
de imágenes e ideas iconoclastas
sobre agua contaminada.

Nombres que me arranquen
unas lágrimas
Me muevan los cimientos
de los adentros
jóvenes,
de la conciencia
como asuntan los psiquiatras.

Se trata de escribir para evitar
el suicidio.
Pasa que no tengo ganas
De arrastrar mi nave por las calles.
Voy, sin embargo, a los cinemas
Donde siempre llego puntual.
Pero después de las funciones
sigo igual,
en la misma soledad
en los abismos inciertos
de la paranoia, o en el nirvana
dorado.

Detesto
mirar en cada transeúnte
al enemigo, en estos lares
es mejor ser discreto.

Leo los periódicos al revés.
Orino en los baños de los bares públicos
con olor aserrín y amoníaco
y los grafittis se repiten
como slogans políticos
decadentes
en toda esta ciudad
ghetto, muladar, xenofobia:
el hombre contemporáneo
anda en soledad,
más solo que cucaracha en vereda
pero, que más da.

He nacido acá en esta ciudad
Y no iré a Egipto
buscando la estrella:
esta asfixia por dura que sea
aún la puedo soportar.


SOBRE EL TIEMPO

en esta selva
no eres
el otorongo

tienes
que
vivir:

eres
solo
el poeta
no tienes nombre ni fama

te toca describir
lo duro que es
vivir:

todo se hace añicos
con el tiempo
no eres
el cedro
el aljófar
el congrio

Frangir
la vida
el tiempo:

Todo se hace añicos
menos el poema




HOMENAJE


Wilson
Da Silveira

Era hijo de emigrantes lusitanos
Residentes campesinos de Oporto
Por eso de la guerra
como una botella en las aguas
tuvieron que cruzar el Atlántico

Una bulliciosa tarde
en septiembre de 1970
cuando nos conocimos en un Café de las Galerías Boza
me contaste un retazo de tu vida

Amabas
“Now I’m gettin´ tired of sittin´ around”
y admirabas al Che

Solías venir sonriente
a mi habitación de la calle Angaraes en un suburbio del Cercado
acompañado por amigos de toda laya

¡Gloriosos parias de la época!
Leíamos a Herbert Marcusse y Franz Fanon y e.e. cummings/ diletantes
solo creíamos en el amor y en el centro de la belleza

Siempre pensé que eres un aguafiestas

Ese 28 de Julio
cuando nos detuvieron por orinar
sobre las flores y banderas
del monumento de la Pza. Sn. Martín
Te burlabas de los policías
diciendo llamarte Vladimir Ilich Ullianov y tener el oficio de poeta
hasta que se cansaron de nosotros
y nos echaron a patadas a la calle por locos

Aquella noche nos fuimos a un snak-bar
a beber unas cervezas
cantamos Funeral de um Lavrador de Chico Buerque de Holanda
me hablaste de tu Recife y de Vinicius
E um mar de poesias
Recordaste a tu hembra María
Una mulata que te había devuelto a la vida
y luego nos quedamos dichosos y callados
Mirando hacía la calle:
Me duele tu país y la gente que pasa...

Nos gustaba caminar
Silenciosos
Casi escuchando nuestros pasos
Perdidos
Que siempre desembocaban
En aquella misma esquina
Donde nos despedimos esa última semana
En que ya deje de tener noticias tuyas

Aquí en el último O Cruzeiro
testiguan que has sido acribillado por El Escuadrón de la Muerte
en una favela de Sao Paulo

Más yo no sé si esto es verdad o exacta
coincidencia
pero quiero que sepas
ahora que te escribo el poema
desde una taberna de Pueblo Libre
entre obreros y desconocidos
he supuesto tu muerte que es en parte la mía olvidada.
Por esas cosas que de una u otra manera amábamos y amamos.

P.L...  8/9/72.